Seguramente, recordarás muy bien el momento en el que viste por primera vez a tu mascota. Este pequeño cachorro ya lleva años contigo y, pronto, como en todo ser vivo, llegará un momento en el que se haga mayor y necesite cuidados especiales. Los dueños tenemos que asumir esta parte como un proceso natural y no podemos evitarlo. Por ello, aunque sea inevitable, podemos hacer que nuestra mascota viva la última etapa de su vida de la mejor manera posible. A continuación, os damos unas pautas para que miméis y cuidéis a vuestro animal de compañía senior.
¿Cuándo es una mascota senior?
Esta pregunta se responde de manera distinta dependiendo de qué tipo de mascota tengamos. En este inevitable proceso fisiológico, siempre hay una buena noticia. Y es que los animales cada vez viven durante más tiempo y con una mejor calidad de vida. Esto se debe, principalmente, a los avances médicos e investigación veterinaria, en la mejora en la calidad de la alimentación y en la toma de medidas preventivas y el cuidado ante posibles enfermedades.
Probablemente desconozcas qué tienes que hacer cuando tu mascota se hace mayor o cuándo va a pasar a ser senior. Por ello, debes saber que la edad depende del tipo de animal que sea y del tamaño. No obstante, una vez llegan a los 8 años, cualquier animal de compañía debe empezar a realizarse pruebas geriátricas. En cambio, estas son las edades a las que, generalmente, los animales empiezan a considerarse geriátricos (a efectos de aparición de patologías y signos fisiológicos)
Perro de tamaño pequeño: 9 años
Perro de tamaño grande: 7 años
Gatos: 8 años
Esta edad es una aproximación y, como ya hemos mencionado anteriormente, dependerá de otros factores como la alimentación y los cuidados que ha recibido. Por esta misma razón, no solo importa el tipo de animal, sino que vamos a explicar cuáles son los síntomas de que un perro ha alcanzado una edad avanzada y qué hacer para mejorar su día a día.
Enfermedades más comunes de las mascotas mayores
Cuando una mascota empieza a envejecer, empezamos a notar una serie de efectos en ella a los que debemos prestar atención. Entre ellas, destacan que el pelo empezará a perder brillo, las almohadillas se ponen cada vez más duras, se pasan mucho más tiempo durmiendo y se volverán más sensibles al frío. Además, los hábitos y carácter cambiarán: beberán menos agua y se volverán más desconfiados y probablemente te hagan menos caso cuando les llames o les des instrucciones. Está claro que todos estos síntomas no empiezan a la vez ni en cuestión de poco tiempo. Sin embargo, es algo que no podemos dejar pasar.
Por otra parte, la predisposición a padecer enfermedades es más alta, tanto infecciosas (es importante mantener la prevención mediante vacunas, con la pauta recomendada por el veterinario) como fisiológicas (endocrinas, renales, etc.) Por ello, tenemos que prestar atención a cualquier anomalía para que, al mínimo indicio, podamos acudir rápidamente al veterinario. Las enfermedades más comunes en animales de la tercera edad son:
- Enfermedades dentales y de encías
- Artritis y menor movilidad
- Estreñimiento
- Sistema inmunológico más débil
- Enfermedades del corazón
- Disminuye la capacidad pulmonar
- Fallos y enfermedades renales
- Incontinencia y ensanchamiento de la próstata
- Fallos hepáticos
- Pérdida de audición
- Pérdida de visión y enfermedades oculares (como la esclerosis nuclear o cataratas)
Por ello, debemos darle desde que nace una vida de calidad en la que viva, se alimente y disfrute como una mascota sana. Así, se retrasará la vejez de estos animales. No obstante, si notamos ciertos problemas o cambios en nuestra mascota, debemos acudir al veterinario para que nos informe sobre cómo debemos proceder.
Cuidados y medidas preventivas en veterinaria geriátrica
Como bien hemos dicho, la mejor prevención es que, desde siempre, lleve una vida sana y una correcta alimentación. Sin embargo, una vez llegan a los 8 años o a la tercera edad, los animales deben realizarse chequeos médicos geriátricos para ayudar a prevenir que la mascota sufra y facilitar su día a día.
Estos chequeos constan, normalmente, de analíticas completas, un chequeo cardíaco y un diagnóstico por imagen. Lo más recomendable es contar con un chequeo anual, independientemente de la vacunación. Así, detectaremos las enfermedades antes de que se manifiesten los síntomas, mejorando así el pronóstico. Anticiparse a una enfermedad, en muchas ocasiones, es la mejor forma de enfrentarse a ella y hacer que nuestra querida mascota disfrute durante todos los días de su vida. Gracias a estos chequeos, los veterinarios van a poder mejorar esta etapa final de los animales de compañía.
Recuerda que no puedes impedir que tu mascota envejezca, pero sí que puedes evitar que llegue a esta etapa con dolor y con sufrimiento. Por ello, es tan importante que lleven una vida saludable desde que son unos cachorros. Por otra parte, acudir recurrentemente a tu veterinario en esta época es necesario para que aumente su calidad de vida y disfrute lo máximo posible.